Sin esperar los resultados oficiales, Mario Vargas Llosa reconoció y felicitó la victoria de Alberto Fujimori, el entonces tsunami y posterior dictador del Perú, en las elecciones presidenciales de 1990. Tres días después partió a París, donde el escritor anunció su retiro de la política activa y dijo que “los peruanos me han devuelto a la literatura”.

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