Santiago Pedraglio

En una reciente entrevista con “Fox News” (16/4/2025), el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tomando como ejemplo el retiro de Panamá de la Ruta de la Seda –impulsada por Beijing–, emplazó al conjunto de la región: “Los países de América Latina deben elegir entre China y Estados Unidos”.

¿Qué decir y qué hacer frente a los desafíos de esta emprendida guerra comercial? Sin duda, nuestro continente se encuentra en una situación difícil, por la agresiva conducta del mandatario estadounidense y, de manera complementaria, por las divisiones intrarregionales.

Partiendo del Perú, lo primero que cabe es dar cuenta de algo positivo: en los últimos años, las exportaciones han crecido y se encuentran diversificadas. Haciendo un zoom para ver el asunto en detalle, según datos de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Cómex), de febrero del 2025, China es claramente el destino principal con 33,8%. Le siguen EE.UU. con 12,7%, la India con 6,6%, Canadá con 5,1% y Japón con 4,5%. Si les sumamos a estos destinos principales Europa (16,4%) y Sudamérica (9,3%), tenemos cerca del 88,4% de las exportaciones peruanas.

En el caso del Perú, entonces, en apariencia, la opción primera podría ser continuar negociando solos: si nos está yendo bien, ¿por qué no seguir igual? No obstante, la situación está cambiando radicalmente. Estamos ante una declarada guerra comercial entre las dos principales potencias mundiales, que son nuestros principales destinos exportadores. La posición no es sencilla, entonces, más aún cuando no se sabe hasta dónde llegarán las amenazas del presidente Trump. ¿Qué hará el Perú si, por ejemplo, el mandatario extrema su posición frente al puerto de Chancay?

Es indudable que las relaciones con el país del norte deben sostenerse y, en lo posible, consolidarse. Pero el mensaje tiene que ser claro: deseamos mantener y fortalecer la política de cooperación con EE.UU., preservando la autonomía y cooperando sin sumisión. En paralelo, son indispensables los esfuerzos simultáneos por consolidar otras relaciones, sobre todo sabiendo que existen mercados con un enorme potencial (India, Canadá, Japón, Unión Europea y la propia Sudamérica).

Pero, además, pensando en el destino continental, ¿no será indispensable, en las circunstancias de hoy, impulsar las relaciones multilaterales? A pesar de su actual debilitamiento, ¿no es momento de vigorizar, por ejemplo, la Alianza del Pacífico? ¿Qué posición llevará el Perú a la cuarta reunión del Foro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)-China del próximo 13 mayo en Beijing?


*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Santiago Pedraglio es sociólogo

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