Pedro Ortiz Bisso

La última experiencia de en nuestro país ejemplifica ese afán profundamente enfermizo que tenemos los peruanos de dispararnos a los pies. Tras ganar un Apertura con Alianza Lima (2001) y un título nacional con (2002), su arribo a la selección fue por aclamación popular. Pese a algunos triunfos categóricos (4-1 a Paraguay en Lima y 3-1 a Uruguay en Montevideo), esa selección donde parecían sobrarnos delanteros (Maestri, Pizarro, Silva, Farfán, Mendoza y Guerrero) no pudo concretar en triunfos sus buenas actuaciones y pronto empezó a ser zarandeada por la prensa sensacionalista.

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La desgraciada noche de Andrés Mendoza ante Ecuador fue el catalizador de la frustración de la gente y un grupete de impresentables que fungían de congresistas empezó a afilar los cuchillos. Se formó una comisión para investigar su contrato. ¿Su delito? Ganar dinero por trabajar. El brasileño se sintió vejado y se fue.

Antes de llegar al país, Autuori había ganado la Copa Libertadores con Cruzeiro (en 1997 tras vencer a Cristal) y volvió a hacerlo poco después de dejar Lima, esta vez con Sao Paulo. Con ese mismo equipo ganó el torneo mundial interclubes. Pocas veces ha trabajado en el fútbol peruano un entrenador extranjero de sus kilates en su mejor momento. Como suele ocurrir, nos dejamos llevar por la estridencia de algunos innombrables y desperdiciamos la sapiencia de un profesional de primera línea.

Su vuelta a Sporting Cristal debe ser la mejor decisión tomada por Joel Raffo en años. Vuelve a una institución en llamas, despreciada por un sector de su hinchada. No solo tendrá que meter mano en el plantel como hizo en el 2002, cuando ordenó una purga impensada (entre los cuales se encontraba Jean Ferrari), sino tomar decisiones que influyan en el rumbo del club. Los celestes se han manejado como una agencia de jugadores, de ahí la sequía de títulos y la amargura transformada en tribunas semivacías a modo de protesta.

En la U quien parecería a punto de volver también es Jorge Fossati. La inesperada salida de Fabián Bustos, gracias a una oferta del Olimpia paraguayo y de su supuesto hartazgo por nuestra organización futbolística, habría motivado que el plantel pida su regreso.

La última etapa del ‘Nonno’ con la crema no fue un lecho de rosas. Pese al título del 23, diversas fuentes señalan que la relación con los jugadores y la dirigencia se desgastó y que incluso tuvo un serio entredicho con Ferrari.

Jorge Fossati tendria todo listo para regresar a Universitario de Deportes. (Foto: Agencias)
Jorge Fossati tendria todo listo para regresar a Universitario de Deportes. (Foto: Agencias)

¿Le hace bien al fútbol peruano ambos retornos? Autuori últimamente se ha dedicado a la dirección deportiva. A sus casi 69 años, es evidente que ha pasado el mejor momento de su carrera. No obstante, parece ser lo que necesita Cristal: una voz con experiencia, respetada, que ponga las cosas en su sitio y no permita que el barco rimense naufrague.

El retorno de Fossati apunta a una continuidad sin sobresaltos, al llamado a un bombero conocido para que apague el incendio en la Liga 1 y, sobre todo, la Libertadores. Pese a sus errores con la selección y al rechazo que generó entre los hinchas cremas cuando aceptó la propuesta de la Videna, aquellos que lo llamaron traidor dicen estar dispuestos a perdonarlo. La volatilidad emocional es un rasgo característico del fútbol. Por eso es un deporte tan generoso.

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