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Fuerza Popular y su rol en la caída de Gustavo Adrianzén: ¿qué implica para el futuro de su relación con el Gobierno?
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Luego de una sorpresiva juramentación de ministros y horas de incertidumbre, Gustavo Adrianzén renunció a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). La presidenta Dina Boluarte nombró en su reemplazo a Eduardo Arana, el ministro de Justicia del Gabinete Adrianzén.
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La dimisión del número 2 de la gestión de Boluarte ya se había filtrado a los medios de comunicación y pese que el Ejecutivo primero salió a negarlo, la información terminó confirmándose en un pronunciamiento en vivo del propio Adrianzén el mismo martes 13 de mayo.
Su salida ocurrió horas después de que Fuerza Popular, la bancada con más integrantes en el Congreso, adelantara su respaldo a la censura del primer ministro. La bancada naranja argumentó que el gobierno tuvo una “reacción tardía” frente a la masacre de 13 trabajadores mineros en Pataz, en La Libertad, y cuestionó el despliegue militar en la zona.
También criticó que Adrianzén haya minimizado “la gravedad de los hechos”, al poner en duda el secuestro de las víctimas, con lo que mostró “una total desconexión con el principal problema del país: la inseguridad”.
En diálogo con El Comercio, Miguel Torres, dirigente fujimorista, reiteró que esas fueron razones para respaldar la censura del ahora exprimer ministro y añadió que la salida de José Salardi del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) los tomó por sorpresa. “Sobre todo porque la labor que venía realizando venía siendo reconocida”, dijo.
De otro lado, la parlamentaria Patricia Juárez (Fuerza Popular) detalló a los medios de comunicación que la decisión se tomó el martes al mediodía, cuando ya tenían conocimiento que iba a haber cambios en el Gabinete. Lo cual, según dijo, consideran “una maniobra” para sostener a Adrianzén en el premierato.
Agregó que ese juego político de que juren nuevos ministros para que se incline la balanza a favor de Adrianzen “fue una torpeza muy grande” y eso influyó en la postura que adoptaron.
Para la primera vicepresidenta del Congreso, el ahora exprimer ministro debió dar un paso al costado para aliviar las tensiones entre ambos poderes del Estado. Además, cuestionó la salida de Salardi del MEF.
“He visto con gran asombro y comparto el rechazo de muchos gremios sobre la salida de Salardi como ministro de Economía”, expresó.
Una postura similar tuvo Alejandro Aguinaga, también integrante de la bancada naranja. Bajo su lectura, Boluarte quiso “ganar tiempo” renovando a algunos miembros del Gabinete. Opinó que esta estrategia no le funcionó a la mandataria.
“La presidenta Boluarte se enfrentó, por fin, a una realidad que ni ella había querido asumir. Intentó mantener con respirador político a su premier Adrianzén, ya desahuciado, escenificando una ‘misa de cuerpo presente’ con tres cambios ministeriales que no respondían a ninguna urgencia del país, sino al viejo reflejo de maquillar la crisis y ganar tiempo, como si el Perú no se diera cuenta”, escribió.
“Pero el teatro no convenció: el Congreso de la República la bajó de su burbuja. Un maquillaje no cura una fractura, y menos cuando el Estado ya muestra signos de septicemia ministerial”, añadió.
La presidenta Boluarte se enfrentó, por fin, a una realidad que ni ella había querido asumir. Intentó mantener con respirador político a su Premier Adrianzén, ya desahuciado, escenificando una “misa de cuerpo presente” con tres cambios ministeriales que no respondían a ninguna…
— Alejandro Aguinaga R (@A_Aguinaga) May 14, 2025
El rol de Fuerza Popular
En diálogo con El Comercio, los analistas políticos Arturo Maldonado, Jeffrey Radzinsky y Luis Benavente consideraron que Fuerza Popular ha empezado a marcar distancia de la gestión de Dina Boluarte con miras a la campaña electoral del 2026.
Maldonado explicó que los votos del fujimorismo son claves porque marcan los destinos de los ministros y el propio titular de la PCM. Por eso, según dijo, hasta el martes por la mañana el futuro de Adrianzén era incierto, pues la bancada no había expresado postura. Sin embargo, cuando anunciaron que iban a respaldar la censura, la renuncia ocurrió casi de inmediato.
No obstante, señaló que “no se puede negar” que el ahora exprimer ministro tampoco hizo méritos para tratar de obtener algún tipo de negociación con la bancada, como sí lo intentó el exministro Juan José Santiváñez.
“El ex titular del Interior tenía una mayor habilidad para poder negociar con las bancadas para asegurar un poco más su permanencia. En el caso de Adrianzén, no tenía esa habilidad y, por lo tanto, se le veía muy solo, no tenía esos nexos congresales”, subrayó.
Maldonado también opinó que “es claro” que la campaña para las elecciones del 2026 ya está avanzando y conforme avancen los meses, también aumentarán los incentivos para que las bancadas se alejen de Boluarte.
“Sabiendo que las elecciones en el Perú son un castigo al gobierno saliente y una selección de la persona que es más crítica del gobierno saliente, es evidente que Fuerza Popular ya está dando unos pasos más firmes para tratar de limpiar o alejarse de esa imagen de oficialismo y colocarse cerca de una imagen de moderación y más adelante, tal vez, de franca oposición”, indicó el analista.
Estimó que lo que pretendería el fujimorismo, si es que Boluarte sigue en la presidencia en el segundo semestre del 2025, es adoptar una posición crítica, pero sin llegar al límite de propiciar una crisis de gobierno, que lleve a su caída.
Agregó que ahora el Gobierno queda subordinado a las decisiones del Congreso y seguir actuando como una “mesa de partes”, que reciba autógrafas y las promulgue sin observaciones.
Bajo el análisis de Maldonado, será difícil que la ciudadanía ubique a Fuerza Popular como una bancada de oposición, debido a que todavía existe la idea de que es aliado del Ejecutivo.
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Radzinsky, quien es director del Grupo Fides Perú, también opinó que detrás de la postura de Fuerza Popular hubo un cálculo político y que no hubiese sido políticamente rentable que respalden a Adrianzén.
“La salida del ahora exprimer ministro demuestra que la bancada naranja sigue teniendo reflejos políticos y, por más que sea uno de los principales soportes de Dina Boluarte, en algunos puntos quiere mostrar mayor distancia porque le es rentable electoralmente y Fuerza Popular está pensando en las elecciones generales y municipales y regionales del 2026”, apuntó.
Por otro lado, estimó que la salida del ministro Salardi no fue del agrado de la agrupación y ello se reflejó en la reacción sobre la moción de censura.
“Fuerza Popular expresó su postura recién luego de los cambios ministeriales [...] Era una de las bancadas que defendía abiertamente la gestión del ministro Salardi [...] Ya las críticas eran muy abrumadoras e iban a verse unidos con APP en la defensa de un ministro censurado”, añadió.
Radzinsky consideró también que el Gobierno continuará siendo “una mesa de partes” supeditada al Parlamento y algunos actores políticos que han rodeado a la presidenta que no tiene liderazgo alguno y que eso no cambiará.
“Dependiendo de qué postura opositora tome Fuerza Popular, el Gobierno podría estar más complicado porque con los votos de APP y Fuerza Popular le bastaba para evitar cualquier posible intento de vacancia y censuras, para tener cierta tranquilidad”, acotó.
Radzinsky señaló que Adrianzén era un “pasivo político” porque, con una presidenta tan débil desde el punto de vista del respaldo ciudadano y con un liderazgo tan bajo, no tenía una figura en él que le permitiera compensar. “Había algunos ministros que no parecían empoderar al PCM, es más se sentían más empoderados por sus relaciones cercanas con la presidenta. El mismo Adrianzén estaba muy debilitado”, subrayó.
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Benavente también calificó de cálculo político la posición que tomó el fujimorismo. “Hubiese sido objeto de una crítica muy fuerte si es que blindaban a Adrianzén en esa situación. Él debió renunciar antes, pero lo hizo para evitar la censura. Es claro que había una negociación política entre el Gobierno y Fuerza Popular y eso quedó en evidencia cuando ocurrió el fallecimiento de Alberto Fujimori”, dijo.
Opinó que el voto de Fuerza Popular ha sido clave en decisiones como interpelaciones, censuras e incluso mociones de vacancia que se han presentado
Consideró que, de ahora en adelante, la agrupación ya no va a poder seguir apoyando al Gobierno porque va a poner en riesgo su participación en las elecciones del 2026.
Benavente dijo que él no ve conexión entre el tema del viaje y la salida de Adrianzén. “Ella estiró mucho el sostenimiento de Adrianzén”, concluyó.
Las veces que el fujimorismo inclinó la balanza
La postura de Fuerza Popular no solo ha sido determinante en la salida de Adrianzén. En el pasado los votos de la agrupación fujimorista han abierto el camino para las salidas de otros ministros de Boluarte como Juan José Santiváñez (Interior), Rómulo Mucho (Energía y Minas) y Vicente Romero (Interior).
Santiváñez fue censurado en marzo luego del fallecimiento de uno de los vocalistas de la agrupación Armonía 10, producto de la crisis de inseguridad que golpea al país.
La representación nacional tomó la decisión con 78 votos a favor, 19 de ellos vinieron de Fuerza Popular.

En el caso de Mucho, fue la propia bancada naranja la que promovió una de las mociones de censura en su contra y se sustentaba en la supuesta falta de capacidad del entonces ministro para resolver la problemática de los mineros informales y la crisis en Petro-Perú.
El fujimorismo también cuestionaba el proyecto de ‘Ley Mape’, que había presentado el Gobierno de Boluarte. Finalmente, Mucho fue censurado- en noviembre del 2024- con 80 votos a favor, 14 de ellos fueron de Fuerza Popular.

Un año antes, la representación nacional censuró al entonces ministro del Interior, Vicente Romero. Ello por el aumento de la crisis de inseguridad ciudadana.

La mayoría parlamentaria argumentó que Romero mostró incapacidad y falta de liderazgo para combatir la criminalidad. La decisión se tomó con 75 votos a favor, 22 provinieron de Fuerza Popular.