
No hay peor sonrisa que la del cinismo. Cuando ya ni se oculta en esfuerzos vagos de engaño. Cuando, por lo menos, denotaba algo de respeto por lo que es, pero la presidenta Dina Boluarte, la señora 0%, ha destruido todo límite.
Sin duda hay que atribuirle algunos logros, pero no de los que presume: más de 4.463 homicidios en su gestión, según datos del Sinadef. En su mente, subirse el sueldo es una problemática nacional más urgente que la inseguridad ciudadana, tanto así que el Ministerio de Economía y Finanzas envió su justificación en tiempo récord.
Sin embargo, el principal y más tajante logro, no solo a escala nacional, sino internacional, es el haber obtenido un 0% de aprobación en el norte del Perú. Un total de 2% de aprobación en todo el país, como revela el último informe de Ipsos. Dato histórico que no esperó en trascender fronteras.
Según lo compartido por “La encerrona”, Boluarte es la mandataria más impopular del mundo en el 2025. El director de Estudios de Opinión de Ipsos, Guillermo Loli, destacó que nunca en los 30 años de encuestas ha visto una tendencia similar.
Y como si el mundo no fuera lo suficientemente irónico e interesante, nos trae un Papa nacionalizado peruano; tan peruano como la papa. Como si el guionista de esta historia fuera uno negligente que acude al ‘deus ex machina’: la fe como salvadora de todos los males. O, por el contrario, haya buscado por medio del vicario de Cristo el consolar las tragedias sufridas por sus personajes peruanos.
Este domingo, 0% viajó al Vaticano. Y, con su sonrisa característica, estrechaba fanáticamente la mano de un incómodo Santo Padre. Ambos vestidos de negro y blanco, respectivamente, como extensión de sus almas e intenciones. Qué imagen nos deja, ¿verdad?
Nunca en nuestra historia los peruanos estuvimos más de acuerdo sobre la mediocridad y el cinismo que representa nuestro gobierno. Sí, puede significar un punto de giro crucial. Como puede también extenuar las pocas fuerzas del peruano desesperanzado. Lo cierto es que nuestra tolerancia alcanzó también el 0%. ¿Será suficiente para que nos convirtamos en la principal fuerza antagonista de la presidenta?