En la madrugada del viernes 13, decidió atacar las instalaciones nucleares de , así como su arsenal balístico. El régimen de los ayatolas representa una amenaza existencial para Israel, pues por décadas ha progresado en su programa nuclear bélico y en su proyecto de misiles balísticos y, a la vez, ha jurado la aniquilación del Estado judío. Irán es el principal desestabilizador en el Medio Oriente y fuera de esta región, así como el mayor financiador del terrorismo global.

Irán ha creado el Eje del Mal, que incluye organizaciones terroristas como Hezbolá (Líbano), los hutíes (Yemen) y Hamas (Gaza), a quienes ha financiado y armado con el propósito de atacar a Israel.

Se trata del mismo régimen que secuestró a diplomáticos americanos en 1979. El que fundó y armó a la organización terrorista Hezbolá en 1981, el grupo que se apoderó del Líbano, cometió 5 atentados en París en 1985 y aterrorizó a la región por décadas. Es el mismo régimen responsable de los atentados a la Embajada de Israel en Buenos Aires, en 1992, y a la AMIA, sede de la comunidad judía argentina, en 1994.

Israel ha advertido durante años acerca del peligro del programa nuclear iraní, enfatizando que no puede darse el lujo de vivir con un país que lo ha amenazado constantemente, teniendo en su poder un arma nuclear.

Durante muchos años los ayatolas han ocultado los elementos militares de su programa nuclear. Engañaron sistemáticamente a la comunidad internacional, diciendo que su programa tiene propósitos civiles. La Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) reconoció esta mentira por primera vez el jueves pasado, denunciando que Irán ha violado el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares.

En los últimos meses, Irán ha acelerado su programa nuclear hacia el desarrollo de su primera bomba atómica. Logró acumular suficiente uranio enriquecido para 9 bombas del tamaño de la que fue lanzada sobre Hiroshima y estuvo a punto de empezar a construir la ojiva nuclear, una fase crítica para completar el arma nuclear.

Para evitar que Irán logre su peligroso plan, que sería un desastre para el mundo, Israel se vio obligado a tomar acción. Se llegó a la hora de la verdad. Si Israel logra degradar lo suficiente el proyecto nuclear y el arsenal balístico de los ayatolas, el mundo será un lugar más seguro. Las fuerzas extremistas de la región sufrirían una derrota importante, mientras que la región gozaría de mayor estabilidad. Este escenario podría abrir nuevas oportunidades de paz y progreso para Israel y sus vecinos, y para todo el Medio Oriente.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Eran Yuvan es embajador de Israel en el Perú

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