
El Día de la Educación Inicial en el Perú ha sido establecido por el Ministerio de Educación cada 25 de mayo para conmemorar la creación del primer jardín infantil en Perú en 1931. Esta fecha es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia del nivel, sus propósitos y aportes para el desarrollo humano sostenible.
Pienso, entonces, en el bienestar y desarrollo pleno de las infancias, pero también del cuerpo docente como el elemento clave de transformación en los sistemas educativos actuales. Es una oportunidad para visibilizar algunos temas de agenda y, no pudiendo abarcar todos, me detendré en tres: la sobreescolarización del nivel, la educación inclusiva de calidad y el bienestar docente.
En cuanto al primero, si bien el Programa Curricular de Educación Inicial del MINEDU enfatiza la importancia de la actividad lúdica, la indagación, la interacción de las infancias con los otros y con el entorno como base del aprendizaje; investigadores como María Victoria Peralta (2021) y Daniel Brailovsky (2020) constatan que la realidad de las aulas de inicial en América Latina varía cuando se expone a las infancias a una exposición temprana a la alfabetización, obligándoles a una preparación para la primaria, con el empleo de fichas de aplicación para la escritura convencional, uso excesivo de lápiz y papel, experiencias de aprendizaje descontextualizadas de prácticas letradas emergentes significativas para estas edades. Se deja de lado, entonces, prácticas motivadoras como la familiarización de las infancias con el arte y la literatura infantil, la lectura en voz alta en familia o experiencias de mediación en bibliotecas, la exploración de los libros ilustrados infantiles a través del juego, que ya autores como Yolanda Reyes (2016), Evelio Cabrejo (2020) o María Emilia López (2015) han documentado como gratificantes y significativas en estas edades del desarrollo.
El segundo tema es la educación inclusiva que es una deuda pendiente como país para garantizar una educación plena y efectiva de las infancias con discapacidad o condiciones del neurodesarrollo. La Educación Inicial es la puerta de entrada a la escolarización y debe configurarse como un espacio abierto, acogedor e inclusivo que respete las diferencias, valore las potencialidades y fortalezas de cada infante. Las leyes de protección a las infancias con discapacidad están dadas en el Perú: Ley General de Educación – Ley N.º 28044 (2003), Ley N.º 30797 – Ley que promueve la educación inclusiva (2018), Decreto Supremo N.º 007-2021-MINEDU (2021) y Ley N.º 31985 – Ley que garantiza y promueve el acceso a la educación de estudiantes con discapacidad y la promoción de capacitación docente en educación inclusiva (2025). Sin embargo, queda pendiente aún fortalecer la capacitación docente, los Servicios de Apoyo Educativo (SAE), el trabajo con las familias y las asociaciones de defensa de personas con discapacidad. Desde la escuela, fortalecer la participación de las infancias en los diferentes espacios de aprendizaje y socialización, la autonomía, la empatía, el trabajo con la comunidad educativa y los agentes sociales, entre otros. Todo lo anterior enfocado a lo que Daniel Valdez (2019) refiere a garantizar los apoyos necesarios y crear contextos amigables para la inclusión.
Para finalizar con el tercer tema, el bienestar del docente es fundamental si buscamos el desarrollo pleno de las infancias en nuestro país. Como lo indica el informe de la Unesco (2024) Transforming the teaching profession necesitamos implementar políticas educativas centradas en la revalorización de la profesión docente. Dadas las características de la docencia en el nivel de Educación Inicial por la demanda emocional que exige la atención y cuidado de los niños menores de 5 años, el vínculo cercano con las familias y la comunidad, las exigencias del trabajo interdisciplinario para la atención integral que implica el desarrollo infantil, así como la formación docente continua en temas vinculados al bienestar, lenguaje, cognición, alimentación, juego, creatividad, entre otros; un análisis de las condiciones laborales se hace urgente y posibilidades de apoyo para garantizar la salud mental, la emocionalidad y el bienestar de las docentes se constituyen como elementos clave de discusión.