¿Dónde están las bases militares de EE.UU. en el Medio Oriente que pueden ser atacadas por Irán?

“La base aérea Al Udeid en Qatar ha sido objeto de un fuerte y devastador ataque con misiles”, confirmó en un comunicado las Fuerzas Armadas de Irán. Agregó que se trata del “activo más valioso de Estados Unidos en la región”.

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Por su parte, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán afirmó que el ataque es “una respuesta al acto agresivo y descarado de los Estados Unidos contra las instalaciones nucleares de Irán”.

“El número de misiles utilizados en esta exitosa operación fue equivalente al número de bombas que Estados Unidos utilizó en su ataque a las instalaciones nucleares de Irán”, agregó en un comunicado.

En su ataque del sábado, Estados Unidos arrojó un total de 14 bombas GBU-57 de más de 13 toneladas cada una sobre las instalaciones subterráneas de Fordow y Natanz. Además, disparó desde submarinos misiles Tomahawk que impactaron en Isfahán.

Por su parte, el Pentágono afirmó que no se han registrado bajas estadounidenses en el ataque iraní sobre su base aérea.

Mientras que Qatar afirmó que sus defensas antiaréas interceptaron los misiles iraníes.

En total, Estados Unidos tiene 19 instalaciones militares temporales y permanentes en 10 países del Medio Oriente, donde hay unas 40.000 personas, entre militares y civiles.

Además, Estados Unidos ha emplazado en esas bases sistemas de defensa aérea, aviones de combate y buques de guerra.

De las 19 bases de Estados Unidos, ocho son permanentes y están ubicadas en Bahréin, Egipto, Irak, Jordania, Kuwait, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.

Con sus misiles de mediano alcance, donde destaca el Sejjil-2, el más avanzado con un recorrido de hasta 2.200 kilómetros, Irán prácticamente podría golpear cualquier base militar de Estados Unidos en el Medio Oriente.

Antes de su ataque en Qatar, la Guardia Revolucionaria de Irán había anunciado lo que se venía: “El número, la dispersión y el tamaño de las bases militares estadounidenses en la región no son una fortaleza, sino que han duplicado su vulnerabilidad”.

En respuesta, el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, había advertido a Irán que no se le ocurra atacar sus posiciones en la región: “Sería muy mala idea”, dijo el domingo.

El analista Francisco Belaunde Matossian manifestó a El Comercio que Irán tenía que reaccionar de alguna manera al ataque del sábado contra sus instalaciones nucleares, pero dijo que su represalia se mantendrá contenida, sin buscar escalar el conflicto con Estados Unidos.

“De alguna manera estaba en juego la credibilidad del régimen, por eso tenían que tomar alguna represalia. Pero esta se mantendrá en el nivel de la represalia que efectuó en el 2020, cuando Estados Unidos, por orden de Donald Trump, mató al general Qassem Soleimani en Irak. Fue un ataque avisado para decirle también a Estados Unidos que ahí quedaba su venganza”, anotó Belaunde.

Efectivamente, tras la muerte de Soleimani Irán atacó la base aérea estadounidense de Ain Al Asad, ubicada en Irak, con unos 12 misiles Qiam‑1 que causaron 110 soldados estadounidenses con lesiones por trauma craneal.

“A Irán no le conviene una escalada mayor con Estados Unidos, su capacidad de respuesta está reducida por los ataques de Israel, y un ataque fuerte a Estados Unidos va a generar una respuesta mucho mayor”, dijo Belaunde.

“Sin duda, una reacción fuerte de Estados Unidos podría terminar provocando la caída del régimen de los ayatolas, ya lo mencionó el propio Donald Trump, ellos buscarían un cambio de régimen si Teherán responde violentamente”, indicó.

En este punto, Belaunde remarcó que si hay un cambio de régimen en Irán no necesariamente va a instalarse un gobierno democrático.

“Puede ocurrir que estalle el caos, una guerra civil, o la instalación de una dictadura militar. Eso es lo que provocó Estados Unidos con Irák, donde se sacó de encima a Saddam Hussein, pero al final provocó una guerra civil, la misma que llevó en último término a que apareciera el Estado Islámico, y ya sabemos todo lo que eso significó”, dijo.

A continuación, las principales bases de Estados Unidos en el Medio Oriente que están bajo supervisión del Mando Central del ejército estadounidense (CENTCOM).

Qatar

Alberga la Base Aérea de Al Udeid, la mayor de Estados Unidos en el Medio Oriente y su principal centro logístico en la región, donde también está el cuartel general del CENTCOM.

En el lugar hay unos 10.000 efectivos estadounidenses. Desde ahí se han coordinado operacionesen Irak, Siria y Afganistán.

Cuenta con dos pistas de aterrizaje de 3.750 metros, aptas para todo tipo de aeronaves, desde los girantescos bombarderos estratégicos B‑52 hasta las enormes naves de transporte militar C‑17.

Aloja más de 90 aeronaves, incluyendo los B‑52, aviones cisterna KC‑135, C‑17, drones MQ‑9 y aviones de reconocimiento como el RC‑135.

La agencia AFP informó que Estados Unidos retiró casi todas sus aeronaves del lugar por temor a ataques de Irán, y solo quedaron tres.

Bahréin

Es la sede de la Quinta Flota de la Marina de Estados Unidos, que está emplazada en la Base Naval de Juffair.

La base ocupa el terreno del antiguo HMS Juffair, instalado por la Marina británica en 1935. Fue transferida a EE.UU. en 1971 tras la independencia de Bahréin.

Es responsable de las fuerzas navales estadounidenses en el golfo Pérsico, el mar Rojo, el mar Arábigo, y la costa de África del este hacia el sur hasta Kenia.

Alberga a entre 8.500 y 9.000 militares y civiles repartidos en unas 78 unidades de residencia.

Entre las embarcaciones que están en esta base hay patrulleros costeros, un destructor misilístico, barcos que detectan y neutralizan minas submarinas, helicópteros navales, entre otros.

Kuwait

En Kuwait Estados Unidos tiene numerosas bases. La más importante es Camp Arifjan, cuartel general avanzado del CENTCOM.

Es un importante centro de logística de EE. UU. en Medio Oriente, utilizado como base de mantenimiento para vehículos blindados y helicópteros, y como paso clave para tropas que entran o salen de la región.

Abarca aproximadamente 40 kilómetros cuadrados y acoge a entre 9.000 y 10.000 personas, entre tropas, contratistas y personal extranjero.

En Kuwait también está la Base Aérea Ali Al Salem, a unos 40 kilómetros de la frontera con Irak y conocida como “La Roca” por su entorno aislado y agreste.

Alberga el Ala Expedicionaria Aérea 386, “el principal centro de transporte aéreo y puerta de enlace para el despliegue de potencia de combate a las fuerzas conjuntas y de coalición en la región”, según AFP.

También está Camp Buehring, que se estableció durante la Guerra de Irak del 2003 y es una base de operaciones para las unidades del Ejército de EE.UU. que se despliegan en Irak y Siria. Su infraestructura permite albergar hasta 14.000 soldados.

Arabia Saudita

Estados Unidos opera en la Base Aérea Príncipe Sultán, desde donde se apoya los activos de defensa aérea del ejército norteamericano, incluidas las baterías de misiles Patriot y los sistemas de Defensa de Área de Gran Altitud Terminal (THAAD).

Cuenta con dos pistas de aterrizaje de 4. 000 metros cada una, capaces de recibir aeronaves pesadas.

Emiratos Árabes Unidos

Estados Unidos opera en la Base Aérea Al Dhafra, que alberga el Ala Expedicionaria Aérea 380, una fuerza de 10 escuadrones de aviones con drones MQ-9 Reapers.

Dispone de dos pistas de aterrizaje paralelas, cada una de 3.661 metros, capaces de recibir desde naves F‑16 hasta grandes aviones de transporte militar.

En Al Dhafra también está el Centro de Guerra Aérea del Golfo para el entrenamiento en defensa aérea y de misiles.

El 24 de enero de 2022, la base fue atacada por misiles Zulfiqar lanzados por los hutíes de Yemen, que fueron interceptados exitosamente por los Patriot.

Irak

Estados Unidos mantiene presencia en la Base Aérea de Ain Al Asad, en la provincia occidental de Anbar, donde sus soldados tienen la misión de apoyar a las fuerzas de seguridad iraquíes y contribuir a la misión de la OTAN, según la Casa Blanca.

Ha sido objetivo recurrente de cohetes Grad y misiles balísticos por parte de milicias iraníes y facciones del Estado Islámico.

Otro lugar es la Base Aérea de Erbil, ubicada en la región semiautónoma del Kurdistán, que sirve como centro para las fuerzas estadounidenses y de la coalición que realizan ejercicios de entrenamiento y maniobras de combate.

Estados Unidos llegó a tener 160.000 soldados en Irak en más de 500 bases durante la invasión que derrocó a Sadam Hussein en el 2003. La retirada oficial se completó en el 2011 y actualmente unos 2.500 militares estadounidenses permanecieron en el país en roles de asesoramiento y entrenamiento.

Siria

Estados Unidos tiene instalaciones tácticas en Siria, no bases permanentes. Su presencia está principalmente en el noreste, donde apoya a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) contra remanentes del Estado Islámico.

En abril el Pentágono anunció que reduciría a casi la mitad el número de sus fuerzas en el país, que actualmente es de unos 2.000.

En junio, Estados Unidos también anunció que reduciría el número de bases militares temporales que opera en el país de ocho a una, y que cambiarían su políticas con respecto a Siria “porque ninguna ha funcionado”.

Jordania

Estados Unidos opera en la la base aérea Muwaffaq al Salti, ubicada en Azraq, a 100 kilómetros al noreste de la capital, Ammán. Este lugar alberga al Ala Expedicionaria Aérea 332 de la Central de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, que participa en misiones en las zonas donde opera el Estado Islámico, especialmente en Siria e Irak.

Es base habitual de drones MQ‑9 Reaper y cazas F‑15E y F‑16C.

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