
En un giro que sorprendió incluso a los observadores más críticos de las políticas migratorias de Estados Unidos, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realizó el martes el mayor número de detenciones de inmigrantes en un solo día de su historia. Más de 2,200 personas fueron arrestadas, una cifra que refleja la creciente presión de la Casa Blanca para aumentar drásticamente las expulsiones de inmigrantes en un contexto político cada vez más polarizado.
LA POLÉMICA FORMA EN QUE ICE CAPTURÓ A MUCHOS INMIGRANTES
Lo que hace que estas detenciones sean especialmente polémicas es que muchas de las personas capturadas estaban inscritas en el programa Alternativas a la Detención (ATD), un sistema creado precisamente para gestionar a los inmigrantes que no representan una amenaza inmediata para la seguridad pública. Con monitores de tobillo, aplicaciones de teléfonos inteligentes y controles periódicos, el ATD les permitía a miles de personas llevar una vida casi normal mientras sus casos avanzaban. Sin embargo, el martes, la estrategia cambió radicalmente.
Según abogados de inmigración y varias fuentes, ICE comenzó a enviar mensajes de texto a algunos de estos inmigrantes inscritos en el ATD, citándolos para que se presentaran en las oficinas de ICE antes de lo previsto. Una vez allí, eran arrestados y trasladados a furgones sin distintivos. En Nueva York, un periodista de NBC News presenció cómo siete personas eran esposadas a plena luz del día, ante la mirada atónita de sus familiares, que entre lágrimas veían cómo la promesa de una cita de rutina se convertía en una detención inesperada.

EL CASO QUE CONMOVIÓ A MUCHAS PERSONAS
Uno de los casos más impactantes fue el de un colombiano de 30 años, quien había acudido puntualmente a todas sus citas con ICE. Su esposa lloraba desconsolada y su hija intentaba seguirlo mientras era conducido a un vehículo con otros dos hombres esposados. Margaret Cargioli, su abogada, aseguró que su cliente había cumplido rigurosamente con cada requisito impuesto por ICE, subrayando la arbitrariedad de las detenciones.
A las puertas de las oficinas de inmigración, el miedo y la incertidumbre se apoderaron de quienes esperaban. Verónica Navarrete relató a NBC News que su amigo ecuatoriano había recibido la misma citación y temía ser arrestado. “Si entras, existe la posibilidad de que te detengan”, dijo. “Y si no entras, pierdes la cita y eso significa deportación automática. No tenemos alternativa”.
Desde ICE se justificó la redada alegando que los detenidos tenían órdenes de expulsión ejecutables dictadas por jueces de inmigración y no habían cumplido con ellas. Pero abogados que han estado en contacto con los afectados niegan esta versión, asegurando que muchos de los arrestados no tenían órdenes definitivas de expulsión y que se les había citado de manera engañosa. La opacidad de las respuestas de ICE alimentó aún más la controversia.

LA PRESIÓN PROVIENE DIRECTAMENTE DE LA CASA BLANCA
Según fuentes, Stephen Miller, uno de los principales asesores de políticas de Trump, amenazó a altos funcionarios de ICE con despedirlos si no se llegaba a 3,000 detenciones diarias. Trump, por su parte, ha prometido deportar a “millones” y su “zar” de la frontera, Tom Homan, insistió en priorizar a los “peores delincuentes”. Pero exfuncionarios de ICE advirtieron que alcanzar esas cifras sería inviable si se enfocaran solo en personas con antecedentes penales.
La paradoja es que, según datos de ICE, el 98.5% de las personas en ATD cumplen con sus citas y con todos los requisitos de supervisión. Para Atenas Burrola Estrada, del Centro Amica para los Derechos de los Inmigrantes, la redada masiva revela que ICE está usando su poder para detener indiscriminadamente a personas que ya están bajo control, transformando la política migratoria en un espectáculo de fuerza.
“Esto es puro teatro burocrático”, comentó Jason Houser, exjefe de gabinete de ICE durante la administración Biden. “Estas personas han sido investigadas, están cumpliendo con la ley y, en muchos casos, tienen un estatus legal. Pero para ICE y la Casa Blanca, lo que importa ahora es el número de detenciones, no la justicia”, añadió.
Con 5,000 empleados federales adicionales reclutados para reforzar las redadas, la administración de Trump parece decidida a convertir la migración en una guerra de cifras y titulares, mientras miles de familias quedan atrapadas en un juego político que amenaza con devorar sus sueños de una vida mejor.
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Periodista con experiencia en redacción y creación de contenido digital. Soy licenciado de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajé en medios de comunicación y agencias de marketing. Experiencia también como fotógrafo en campos deportivos.