
Cuando pensamos en una dieta saludable, es muy probable que la pasta no sea lo primero que viene a nuestra mente; sin embargo, algunos expertos afirman que, si se cocina de cierta forma, puede ser una mejor opción desde el punto de vista nutricional.
La manera ideal de preparar la pasta, según la tradición italiana, es al dente, es decir, cocida pero aún firme al morder.
Además de tener mejor sabor, también resulta más beneficiosa para la digestión, según Michelle Hauser, profesora clínica asociada de cirugía en Stanford Health Care. “La pasta al dente es más masticable y digerible”, dijo a Stanford Medicine News Center.

El proceso digestivo se vuelve más lento con la pasta al dente, lo que también retrasa la absorción de la glucosa del almidón. “El resultado es un índice glucémico más bajo”, explicó la International Pasta Organization. Esto significa que los niveles de azúcar en sangre se mantienen más estables, ayudando a que uno se sienta lleno por más tiempo, según U.S. News and World Report.
En cambio, la pasta muy cocida no solo se vuelve blanda y menos apetitosa, sino que también tiene un efecto mayor en el azúcar en la sangre.
“Tu cuerpo reaccionará al aumento de glucosa produciendo más insulina para metabolizarla”, explicó Hauser. “Sin embargo, ese aumento de insulina agotará esa glucosa en las próximas horas”.

Esto, según la Harvard Medical School, puede hacer que sientas antojo por un refrigerio con alto índice glucémico, lo que no ayuda si estás tratando de mantener o bajar de peso. Además, la sobrecocción hace que los gránulos de almidón se hinchen y revienten, lo que libera las vitaminas del complejo B y el folato en el agua de cocción.
Si quieres cocinar tu pasta al dente de forma correcta, primero pon a hervir agua con sal en una olla. Luego añade la pasta y sigue el tiempo que indica el paquete, ya que cada tipo y marca tiene tiempos distintos.
Remueve la pasta con frecuencia para que no se pegue. Cuando suene el temporizador, pruébala: si aún tiene un poco de firmeza, retírala del fuego y escúrrela de inmediato para evitar que se siga cocinando.

Por último, si te preguntas cómo reconocer una pasta de calidad, el chef italiano Francesco Mattana sugiere fijarse en que su superficie sea rugosa y opaca.
Si es de color amarillo brillante, es una señal de alerta, ya que indica que fue sometida a un proceso de secado muy agresivo, lo cual no es lo ideal.
Más consejos para hacer pasta al dente
Para cocinar pasta al dente, el secreto está en darle toda la atención al tiempo de cocción. Primero, hierve abundante agua en una olla grande con una buena cantidad de sal. Cuando el agua esté en plena ebullición, añade la pasta y remueve ocasionalmente para evitar que se pegue.
El punto clave es cocinar la pasta por el tiempo indicado en el paquete, pero restarle uno o dos minutos.
Terminado al tiempo señalado, tienes que probar la pasta. Su textura tiene que ofrecer una ligera resistencia al morderla, sintiéndose firme pero no dura ni cruda en el centro.
Una vez que identifiques que la pasta llegó a ese punto, escúrrela de inmediato y no la enjuagues para que conserve su almidón, puesto esto ayuda a que la salsa se adhiera mejor.
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Licenciado en periodismo en la Universidad de San Martín de Porres. Cuatro años de experiencia generando contenido de actualidad, cultural y tendencias para medios de comunicación de alcance masivo. Actualmente se desempeña como redactor en el Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.