Aubrey Barnett, de 17 años, se graduó el 20 de mayo en Georgia tras vencer el cáncer. | Crédito: Aubrey Barnett
Aubrey Barnett, de 17 años, se graduó el 20 de mayo en Georgia tras vencer el cáncer. | Crédito: Aubrey Barnett
Aubrey Barnett, de 17 años, se graduó el 20 de mayo en Georgia tras vencer el cáncer. | Crédito: Aubrey Barnett
Autor Oscar Guerrero Tello
Oscar Guerrero Tello

Aubrey Barnett estaba disfrutando de su último año de secundaria en Georgia como cualquier adolescente: practicaba atletismo, animaba en su escuela, tenía un trabajo y comenzaba a hacer planes para la universidad. Todo parecía ir bien, hasta que una noticia inesperada puso su mundo de cabeza.

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El 16 de septiembre de 2024, Aubrey recibió un diagnóstico que no solo cambió el rumbo de su año escolar, sino de toda su vida. Los médicos le informaron que tenía linfoma de Burkitt, un tipo de cáncer poco común y muy agresivo que avanza rápidamente si no se trata a tiempo. La noticia la tomó completamente por sorpresa.

Lo más impactante es que la señal de alarma había estado allí desde el verano anterior: un pequeño bulto en el cuello que ella ignoró. En medio de su rutina ajetreada, jamás pensó que algo tan aparentemente inofensivo pudiera estar relacionado con una enfermedad tan grave.

“Simplemente pensaba: ‘Estoy bien, no puede ser nada grave’”, confesó a .

Aubrey Barnett recibió tratamiento contra el cáncer en el Hospital Arthur M. Blank de Atlanta. | Crédito: Aubrey Barnett
Aubrey Barnett recibió tratamiento contra el cáncer en el Hospital Arthur M. Blank de Atlanta. | Crédito: Aubrey Barnett

Su madre, Chancey Barnett, recuerda con claridad el momento en que se dieron cuenta de que no era un simple malestar. “Pasó de ser un pequeño bulto imperceptible al tamaño de su mandíbula. Fue desgarrador escuchar lo que era”, dijo.Aun así, nunca dudó de la fuerza de su hija: “Sabía que iba a estar bien. Es una luchadora.”

Durante tres intensos meses, Aubrey se sometió a un tratamiento agresivo de quimioterapia, que incluyó inyecciones en la médula espinal. Perdió todo el cabello, sufrió llagas dolorosas en la boca y el esófago, y tuvo dificultades incluso para hablar y comer. Pero a pesar del dolor, nunca se rindió.

Chancey Barnett y su hija Aubrey posaron juntas tras ser coronada reina del baile durante su tratamiento contra el cáncer. | Crédito: Aubrey Barnett
Chancey Barnett y su hija Aubrey posaron juntas tras ser coronada reina del baile durante su tratamiento contra el cáncer. | Crédito: Aubrey Barnett

Sus compañeros de clase, conscientes de su lucha, la eligieron como reina del baile mientras aún estaba hospitalizada, un gesto que simbolizó el cariño y admiración que le tenían. Y el 20 de mayo de 2025, apenas cinco meses después de terminar la quimioterapia, Aubrey se graduó de Walnut Grove High School.

Lindsey Allen, directora de la institución, no dudó en elogiar su determinación: “La fuerza, el coraje y el espíritu alentador de Aubrey han inspirado a toda nuestra comunidad. Su victoria sobre el cáncer mientras seguía sobresaliendo como estudiante es un ejemplo poderoso de lo que se puede lograr con esperanza.”

Aubrey celebró el fin de la quimioterapia tocando la campana en diciembre de 2024. | Crédito: Aubrey Barnett
Aubrey celebró el fin de la quimioterapia tocando la campana en diciembre de 2024. | Crédito: Aubrey Barnett

Hoy, Aubrey está en remisión y planea comenzar sus estudios universitarios en Emmanuel College este otoño, donde también competirá en campo traviesa y atletismo. Su meta es convertirse en fisioterapeuta pediátrica, motivada por todo lo que ha vivido.

Y si hay algo que quiere compartir con quienes enfrentan retos difíciles, es esto: “Sea lo que sea que estés pasando, puedes superarlo si tienes la mentalidad correcta. Pensar en lo positivo marca toda la diferencia.”

Qué es el linfoma de Burkitt

Según , el linfoma de Burkitt es un tipo poco común y agresivo de linfoma no Hodgkin que afecta principalmente a los linfocitos B, un tipo de célula del sistema inmunológico. Se caracteriza por un crecimiento extremadamente rápido de tumores, y puede presentarse tanto en niños como en adultos, aunque es más frecuente en niños.

En Estados Unidos, se estima que se diagnostican alrededor de 1,200 casos al año, lo que lo convierte en una enfermedad rara.

Afortunadamente, existen múltiples centros especializados donde se puede tratar, como el MD Anderson Cancer Center en Texas, el Memorial Sloan Kettering Cancer Center en Nueva York, y el Dana-Farber Cancer Institute en Boston, donde se ofrece atención multidisciplinaria y acceso a tratamientos avanzados como la quimioterapia intensiva y terapias dirigidas.

SOBRE EL AUTOR

Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.

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