
“Hemos perdido al Nobel, a un legado maravilloso. Dios quiera que se haya ido en paz, lleno de luz y amor”. Así despide Camucha Negrete a Mario Vargas Llosa, el escritor prodigioso que no solo dejó una huella en las letras universales, sino también en su vida personal y profesional. La actriz no puede evitar conmoverse al recordar al hombre que, en la década de los años 70, la eligió para protagonizar la primera versión cinematográfica de “Pantaleón y las visitadoras”. “Vivió como quiso, haciendo lo que más le gustaba: escribir”, expresa con voz serena pero cargada de sentimiento. Lo dice no solo como admiradora de su obra, sino como testigo directa de su humanidad, de su cercanía y de su apoyo en uno de los retos más grandes de su carrera.