Abby Ardiles

Desde 2020, la provincia de , en la región La Libertad, se ha convertido en un escenario de violencia extrema, impulsada por el avance del crimen organizado vinculado a la minería ilegal. Lo que comenzó como un intento de los mineros informales por proteger sus vidas y cargamentos, derivó en el posicionamiento de poderosas organizaciones criminales que, en poco tiempo, tomaron el control territorial mediante extorsiones, masacres y enfrentamientos armados.

El episodio más reciente ocurrió el pasado fin de semana: 13 trabajadores mineros fueron torturados, asesinados y calcinados dentro de un socavón, en uno de los crímenes más atroces registrados en la región. Según el Ejecutivo, el responsable de esta masacre sería Miguel Antonio Rodríguez Díaz, alias ‘Cuchillo’, actual cabecilla de una de las organizaciones criminales más peligrosas que operan en esta convulsionada zona minera de La Libertad.

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Carlos Salas Abusada
13 trabajadores de la empresa R&R fueron asesinados en Pataz. Foto: Difusión
13 trabajadores de la empresa R&R fueron asesinados en Pataz. Foto: Difusión
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Toda la disputa por el control de Pataz se habría iniciado hace cuatro años. Greco Quiroz Díaz, expresidente de la Comisión de Energía y Minas de la región La Libertad, explicó que, tras el estallido de la pandemia de Covid-19, el precio del oro se elevó considerablemente, lo que incentivó a cientos de mineros informales a instalarse en la zona con el único propósito de extraer el preciado mineral.

No obstante, el traslado del oro hasta las plantas procesadoras representaba un alto riesgo. Aunque contaban con volquetes y cierta organización, los mineros eran asaltados con frecuencia durante el trayecto. Frente a estos constantes ataques, se vieron obligados a recurrir a organizaciones criminales que ofrecían “seguridad” bajo la modalidad del chalequeo: un sistema extorsivo de cobro de cupos a cambio de protección.

Con el paso del tiempo, los criminales notaron que podían formar parte activa del negocio y comenzaron a buscar alianzas con los mineros informales. Ante la negativa de estos y de los ronderos campesinos, optaron por medidas extremas.“Comenzaron a matar a diestra y siniestra a un montón de personas”, señaló Quiroz.

La consolidación de bandas criminales

Para el año 2023, la situación se agravó. Dos organizaciones criminales que llegaron desde Trujillo se fortalecieron: ‘La Gran Alianza’, derivada de Los Pulpos, liderada por Josué Oliver Blas Lezama, alias ‘Gato Cote’, y ‘Los Parqueros de Pataz’, de Gregorio Segura Marcelo, alias ‘Palermo’. Ambos tenían como objetivo controlar todos los socavones donde se explotaba el oro.

Organizaciones criminales trujillanas lideran en Pataz. Foto: Difusión
Organizaciones criminales trujillanas lideran en Pataz. Foto: Difusión

Con el avance del conflicto, surgió una nueva modalidad violenta. Según el expresidente de la Comisión de Energía y Minas de la región La Libertad, grupos compuestos por entre 40 y 60 delincuentes, ingresaban a los socavones donde trabajaban mineros informales registrados en el sistema Reinfo, los atacaban a balazos y les robaban el mineral. “A eso se les llama los parqueros, un grupo de 40 a 60 delincuentes que cargan el mineral en costales, lo sacan y se lo llevan a una zona donde puede ser tratado”, detalló Quiroz.

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Los principales cabecillas cayeron el año pasado: ‘Palermo’ fue detenido, mientras que ‘Gato Cote’ fue asesinado ese mismo año en Colombia, país al que huyó luego de un fuerte golpe de las autoridades peruanas contra su organización. El primero de ellos había generado una fortuna de más de 80 millones de dólares producto de la minería ilegal.

Luego del asesinato de ‘Gato Cote’ en Colombia, sus lugartenientes se dividieron y formaron nuevas bandas. La situación derivó en una fragmentación del crimen organizado en la zona, con entre 8 y 10 organizaciones activas en Pataz, todas con vínculos con Trujillo y antecedentes en ‘La Gran Alianza’, informó Quiroz.

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Un informe de la Unidad de Investigación de este Diario, reveló que quienes “heredaron” estas organizaciones fueron identificados como: Porfirio Danilo Segura Marcelo, Natividad Baca Bazán, Miguel Antonio Rodríguez Díaz y Juan Manuel Blas Lezama.

Segura y Baca lideran ‘Los Parqueros de Pataz’, mientras que Rodríguez y Blas encabezan ‘La Gran Alianza’. Todos estos allegados de ‘Palermo’ y ‘Gato Cote’. Ambas organizaciones están involucradas en actividades ilícitas como extracción ilegal de oro, extorsión, sicariato y tenencia ilegal de armas.

Una fuente policial de este Diario confirmó que ‘Gato Cote’ tenía presencia criminal desde hace más de una década. “Luego del asesinato de ‘Gato Cote’ en Colombia, ‘Cuchillo’ asumió el liderazgo de la organización ‘La Gran Alianza’”, indicó la fuente.

Los herederos del oro ilegal en Pataz

El sujeto conocido como ‘Cuchillo’, de 34 años, es considerado uno de los criminales más despiadados dentro de ‘La Gran Alianza en Pataz’. Según fuentes de la Unidad de Investigación de este Diario, se le responsabiliza por las incursiones más violentas a socavones y la muerte de cuatro personas en la mina El Río durante 2024.

Su principal aliado sería Juan Manuel Blas Lezama, de 42 años, apodado ‘Juancho’. A pesar de haber sido capturado en mayo del año anterior, un juez de Parcoy, Carlos Garrido, lo dejó en libertad bajo comparecencia restringida. Se sospecha que Blas actúa en nombre de su hermano fallecido, Josué Blas, conocido como ‘Gato Cote’.

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El grupo conocido como ‘Los Parqueros de Pataz’ se encuentra vinculado a diversos crímenes, entre ellos el asesinato de trabajadores de la empresa minera Poderosa, el robo de mineral y la tenencia ilegal de armas, según el informe de la Unidad de Investigación de El Comercio.

Por otro lado, Porfirio Segura Marcelo, de 36 años, hermano de ‘Palermo’, alias ‘Cachanga’, es señalado por la fiscalía como el líder de esta organización en la ausencia de su hermano, coordinando las actividades ilegales relacionadas con la minería en la zona.

En tanto, Natividad Baca Bazán, alias ‘Naty’ o ‘El Perra’, se desempeña como el socio o financista de ‘Los Parqueros de Pataz’. En una comunicación fechada en noviembre de 2023, ‘Naty’ solicitó el pago de una significativa suma de dinero para “los tombos”, un término utilizado en referencia a sobornos destinados a la policía.

Guerra entre bandas y expansión del conflicto

La proliferación de organizaciones criminales trujillanas en Pataz obligó a los mineros informales a buscar seguridad en criminales extranjeros, usualmente de origen venezolano y colombiano. Sin embargo, el esquema se repitió y comenzó una guerra entre bandas peruanas y extranjeras por el control del territorio, los socavones y el oro.

Luego del asesinato de 10 agentes de seguridad de la minera Poderosa, en 2023, los mineros informales recurrieron a otra empresa para resguardarse dentro de la concesión minera. Así fue como encontraron a la empresa R & R, la cual no está legalizada ni formalizada, y cuyos principales responsables son efectivos de la policía. “Como ellos han trabajado en Pataz, conocen qué organizaciones se mueven en la zona”, explicó el ex presidente de la Comisión de Energía y Minas de la región de La Libertad,. Precisamente, esta empresa estaría vinculada a los 13 hombres que fueron secuestrados y asesinados recientemente por organizaciones criminales.

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Según Quiroz, los delincuentes han implementado fosas comunes para desaparecer los cuerpos de sus víctimas. En ocasiones incluso utilizan dinamita para eliminar todo rastro, mientras que en otras simplemente los entierran.

“Eso ha generado que en Pataz operen entre 8 a 10 organizaciones criminales. Todas tienen un origen en Trujillo y también en lo que era La Gran Alianza”, advirtió.

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