
- Aetai, gremio de aerolíneas, sobre nuevo Jorge Chávez: “Necesitamos una definición, que se diga si se posterga o no”
- LAP sobre nuevo aeropuerto Jorge Chávez: “No está dentro de nuestros objetivos culminar al 100% los trabajos”
“La espera desespera”, una frase que describe la situación de algunos de los ‘stakeholders’ del aeropuerto Jorge Chávez. El viernes en la noche la duda persistía: ¿se moverá la fecha de inauguración del segundo terminal por tercera vez? Una pregunta que muchos esperaban tener resuelta al término de la semana laboral, pues el mismo titular del MTC dijo la semana pasada que esperaban, el viernes, información concreta sobre las últimas pruebas realizadas en la nueva infraestructura. La esperanza de que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGCA) emitiera un pronunciamiento se disipaba con el transcurrir de las horas y con ella, la posibilidad de conocer el desenlace de esta negociación. La Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional dijo a El Comercio que había hecho llegar observaciones a la autoridad y que se mantenía en vilo.
Lo que exigen los gremios aeronáuticos es justo: transparencia y rapidez, pensando sobre todo en lo que les toca gestionar: la atención de los pasajeros y la programación de los vuelos. A estas alturas del partido, queda claro que el tema central en esta discusión no pasa por la seguridad aérea. LAP ha reiterado que puede inaugurar, incluso, no alcanzando el 100% de su operatividad. Sin embargo, siendo esta obra de infraestructura una de las más importantes inversiones en los últimos años, y teniendo el concesionario más de 20 años trabajando en el país, se esperaría mayor capacidad de gestión y comunicación de su parte, y firmeza por parte del Ejecutivo respecto a las condiciones operativas y de seguridad alrededor del nuevo terminal. De nada sirve que un avión despegue y aterrice sin complicaciones, si el pasajero es víctima de robo a las afueras del aeropuerto o tiene algún problema con su equipaje.
La operación de un terminal aéreo no depende de un solo operador, es un trabajo conjunto con diferentes niveles de complejidad. Por ello, la inauguración del nuevo terminal no debe entenderse como un objetivo aislado. Es bastante probable que LAP pueda operar la infraestructura de manera segura, pero no se entiende por qué lo haría si con ello compromete un bien común. Y, si se trata de un tema contractual, ¿es tan rígido el MTC en esta materia que un nuevo acuerdo es innegociable?