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Empresarios frente a la incertidumbre: Cuatro CEO comparten su visión sobre el Perú
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A poco menos de un año del inicio un nuevo periodo electoral, el escenario peruano revela puntos de dolor cada vez más críticos. El avance de la inseguridad y de las economías ilegales ha añadido una cuota mayor de preocupación sobre la situación país.
La salida a dicho escenario requiere de liderazgo, estrategias y unión entre peruanos. Luis Miró Quesada, presidente del directorio de El Comercio lo así resumió durante el panel “¿Qué le quita al sueño a los CEO en un año preelectoral?”. “Hoy vemos un entorno electoral de gran fragmentación política. En ese contexto, las empresas y los líderes políticos deben tomar una serie decisiones importantes de corto, mediano y largo plazo”, sostuvo.
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Maro Villalobos te revela antes que nadie las claves del mundo económico y empresarial, cada sábado.
Cuatro líderes del sector privado compartieron sus principales reflexiones sobre cómo reconducir el futuro del país hacia el desarrollo en beneficio de sus ciudadanos. La necesidad de recuperar la confianza de la mano de los líderes políticos fue un punto en común entre sus alocuciones.
Hay muchas cosas que como líderes empresariales deberíamos estar haciendo y no hacemos. Creo que no somos capaces de entender que sí debemos hacer política desde donde nos toca actuar. Entendiendo principalmente que la política tiene una misión noble, de consagración por los intereses nacionales. Hacer política significa trabajar por servir a la sociedad, por asegurarnos que nuestros gobernantes trabajen de cara a las necesidades de nuestra población.
Ante ello, pienso que como líderes empresariales sí tenemos que aprender a exigir rendición de cuentas y no podemos ser, de ninguna manera, parte del clientelismo político porque allí es cuando perdemos nuestra libertad.
El desarrollo del Perú lo tenemos que mirar más allá del tema económico. Existe en nuestro país una pobreza inaceptable. Son 10 millones de peruanos que viven en condiciones infrahumanas. Entonces, ¿cómo vamos a pretender lograr desarrollo sostenible para nuestro país cuando uno de cada tres peruanos vive en esas condiciones? Sí tenemos que exigir al gobierno entrante -y desde que hacen la presentación de sus propuestas- que cumplan lo que prometen. Para eso, tenemos que hacer rendición de cuentas.
Si nosotros no somos capaces de trabajar en lograr instituciones fuertes ni ejercer ciudadanía, no vamos a poder tener desarrollo. Es por ello que el desarrollo sostenible del Perú no es solamente económico. La economía no puede direccionarse en un solo carril, divorciado de las otras direcciones. La mirada que debemos darle a la resolución de los problemas en nuestro país es económica, política, de ciudadanía y de moral.

Yo veo el siguiente proceso electoral como un parteaguas del futuro del Perú. En mi opinión, no será un proceso de derecha o izquierda, o modelo versus antimodelo. Será de la legalidad versus ilegalidad. Ante ese escenario, podemos terminar estando frente a un cóctel realmente explosivo.
Habrán 2.400 candidatos. No solamente no sabemos quiénes son y qué planes políticos hay. Es una oferta bastante poco profunda.
Y, frente a ello, a mí lo que más me preocupa es la demanda: el 70% de los peruanos no les interesa la política. Esa demanda con esa oferta puede ser explosiva si no hacemos algo los líderes empresariales. El Perú no se va a arreglar solo, lo tienen que arreglar los líderes. No esperemos que alguien más lo haga por nosotros.
Lamentablemente en el Perú la confianza se ha roto. Nadie cree en nadie. Hace unos años co-presidí un evento de Perú Sostenible y un profesor de Cambridge presentó un cuadro en el que un eje era la confianza entre los ciudadanos y sus líderes, mientras que el otro eje era la confianza entre los mismos ciudadanos. Era un cuadro de cuatro cuadrantes, y él decía que cuando el indicador se encontraba en la parte inferior, no existía confianza en nada. Adivinen dónde estaba el Perú. Mi pregunta fue ‘¿lo que me estás diciendo es que el Perú no tiene futuro?’ Su respuesta fue: ‘sí tiene, pero debes salir de ese cuadrante. ¿Y cómo sales? Con aquellos que tienen más confianza en sí mismos’. Ellos dan el primer paso para generar confianza en el otro sin necesariamente esperar algo a cambio. Eso creo que es lo que tenemos que hacer desde el sector privado.

Los líderes tenemos esa linda oportunidad de dar un paso adelante, hacernos visibles y mostrar que sí hay peruanos que tienen capacidades, que sí hay peruanos en los cuales se puede confiar. Hacernos visibles implica dar mensajes. Uno de ellos es contar lo que se hace bien en las empresas, las inversiones que hacemos, la generación de empleo, los impuestos que permiten que en las diferentes localidades se hagan obras. Lo segundo es comunicar los programas de sostenibilidad y de responsabilidad social que tenemos que impactan favorablemente. Las empresas venimos haciendo muchas cosas en materia de capacitación, salud y vivienda. Tenemos que contar eso para crear un espacio de esperanza.
Pero también creo que hay que ir a un tercer círculo que es el tema de la corrupción. Tenemos que deslindar desde el sector privado claramente con la corrupción, que es uno de los grandes problemas del país. Tenemos que juntar esfuerzos. No podemos seguir viendo todas las semanas destapes de actos de falta de integridad, donde lamentablemente seguimos viendo algunas empresas privadas. Hagamos una cruzada por la integridad. Yendo a otro punto -que tiene que ver con la ciudadanía y con la próxima elección- los líderes tenemos que ser muy vocales y opi- nar sobre los dolores de los ciudadanos. Por supuesto que nos duelen, pero seamos visibles y mostremos las cosas concretas que podemos hacer en la serie de organizaciones que existen. Y, finalmente, seamos tercos en tender puentes con el sector público. Tenemos muchas capacidades del sector privado que podemos poner a disposición, pero insistamos. Aunque no siempre nos abran la puerta para poder trabajar juntos -sector privado y público- por un mejor país.

Llevo seis años en el país y he tenido la fortuna de tener cinco presidentes y tres congresos. Cuando hablamos de un es- cenario preelectoral, yo lo veo como una oportunidad. En este periodo de incertidumbre que hemos vivido durante seis años, no se ha fomentado la inversión, no se ha sacado adelante una estrategia clara de seguridad y por eso hemos visto el creciente número de extorsiones. Vemos que la con- fianza empresarial no está en sus mejores momentos y todo esto es lo que verdaderamente nos debería preocupar. Tenemos que creernos que estamos en un gran país. Siempre el Perú se ve mejor desde fuera que desde dentro con dos datos muy sencillos: el mejor control de inflación de la región lo tenemos en Perú y tenemos la moneda más estable. Lo que nos falta es la confianza. Debemos creer que hay que seguir invirtiendo por el corto, mediano y largo plazo.
Hay cosas que podemos y no podemos controlar, pero si nosotros logramos generar empleo y que nuestros trabajadores tengan buenas condiciones, eso hará que lo positivo se traslade al resto de la sociedad. Todos tenemos en nuestro campo de acción mucho por hacer para seguir sacando adelante a nuestro país. Escucho mucho que dicen ‘ojalá tuviéramos un Bukele, un Milei, un Trump’. Lo que yo digo es que ojalá tuviéramos una peruana o peruano decidido a actuar en los temas que todos sabemos que realmente nos están doliendo. Los temas de inseguridad, de institucionalidad e inversión. Ya sabemos en qué se tiene que trabajar, pero necesitamos alguien decidido que apueste por que su mandato esté por encima de cualquier otra situación. Que nos convenza de que va a actuar en consecuencia de sus planes.
