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Como si se tratase de una canción de cumbia, Christian Cueva está entre dos caminos: Cienciano y Emelec. El club que le dio la oportunidad de volver a ser el de antes y el que le ofrece quizá su última chance en el extranjero. Con 33 años encima y viviendo su mejor presente en tres años (seis goles y cuatro asistencias en 15 partidos), el atacante está entre continuar en el Cusco o aceptar la propuesta de un cuadro ecuatoriano que no se libera al cien por ciento de los castigos impuestos por FIFA.